jueves, 10 de marzo de 2016

Cristóbal Colón vs. Alejo Carpentier

A lo largo de la historia y al pasar los años se recuerda la conquista en tierras suramericanas y caribeñas siendo un hecho de gran magnitud pues, todo ese proceso de colonización española produjo innumerables cambios al continente, un ejemplo notorio es el mestizaje. Por ende, cualquier persona de manera inmediata pensaría en Cristóbal Colón como pionero de ese suceso y es allí donde nacen las preguntas ¿Era Colón una buena persona? ¿Solo quería explorar o descubrir que había más allá de lo que él creyó era el límite de la tierra?

Para explicar mejor, hay textos que relatan qué sucedió en aquel momento y cuál fue la actitud de nuestro personaje a estudiar (Cristóbal Colón). Por su parte, él escribió sus diarios de viaje (para este comentario solo se tomará El diario del primer viaje 1492) en donde relata lo que ve y descubre en su llegada por primera vez al Nuevo Mundo, por otro lado, Alejo Carpentier  publica una novela en el año de 1979 titulada El arpa y sombra dando  vida al personaje de Colón y centrando el argumento en los intentos de canonizar este personaje por la Iglesia católica, intercediendo por él el  Papa Pío IX. 



            En tal sentido, existen diferencias notorias desde el punto de vista del personaje de Colón en ambos textos. Hay aspectos que demuestran a una persona que en los Diarios es totalmente opuesta a la que nos ofrece Carpentier en su novela, mostrando al lector una ambigüedad en la manera de actuar y proceder del conquistador. Tenemos pues, que  Colón según el autor de la novela sufría de pasiones, pecados, defectos y ambiciones, Carpentier (1979): “De los pecados capitales, uno solo me fue siempre ajeno: el de pereza. Porque, en cuanto a la lujuria, en lujuria viví, hasta que de ella me libraran afanes mayores…” (p. 25). Esto demuestra que el personaje es totalmente humano y desdibuja esa imagen de “señor” que presenta  en el Diario.

            Otra característica que Alejo nos demuestra de Colón es su gusto por las mujeres y el vino, que era complemento indispensable en sus muchos viajes. En la novela, Carpentier (1979) el personaje afirma que en todos sus viajes procuraba tener las bodegas repletas de vino y en cuestiones de labranza siempre pensó en sembrar viñedos (p. 25)  Asimismo, él afirmaba que vivía en lujuria debido a que decía había “probado” todo tipo de mujeres: la que le picara el ojo, la que se le vendía por unos minutos, etc.
           
Por su parte, lo que más anhelaba era la fama y el prestigio donde la ambición lo llevó a pensar en  realizar una proeza con la que alcanzaría grandes méritos y reconocimientos. Así, decidió hacer lo que fuera necesario para realizar el viaje a las Indias, Carpentier (1979):

(…) poco pesan, muy poco pesan, digo, juntos a los embustes e intrigas con que durante años y años traté de ganarme el favor de los Príncipes de la Tierra, ocultando la verdad verdadera tras de verdades fingidas, dando autoridad a mis decires con citas habilidosamente entresacadas de las Escrituras (…) (pág. 35)

Importándole poco faltar a religión o corona alguna, lo que quería era conseguir sus objetivos. Esto nos conduce a pensar en la contradicción que se arma a partir de ese hecho, Colón nunca fue católico caso contrario se evidencia en El diario del primer viaje (1492): “y es oro, porque les mostré algunos pedazos del que yo tengo, no puedo errar con el ayuda de Nuestro Señor que yo no le falle adonde nace.” (p. 9) Es constante ver como en esos escritos Colón afirma ser fiel católico predicador de la palabra de Dios pero,  en la novela se desmiente afirmando que solo lo hacia  para que los reyes no lo abandonarán en su empresa.

En efecto, se conoce del personaje que no es de nacionalidad española es Genovés, sin embargo, es imperativo ver cómo, constantemente, en los Diarios procura que en las islas quede el sello de la corona española, simplemente porque él decía era “de todas partes”, su afán de ganar lo hizo siervo de la corona española es lo que nos demuestra El arpa y la sombra. Asimismo, se podrá notar como la descripción que Colón ofrece de los acompañantes o marineros de las carabelas es de personas de buena fama y conducta, desmintiéndolo, Carpentier (1979): “Pero la marinería era mala. Más cristianos de muy reciente bautizo, granujas huidos de la justicia, circuncisos amenazados de expulsión, picaros y aventureros, que gente de la iza y de la orza, gente de oficio, bogaban en estas naves.” (p. 44) reafirmando este hecho la premisa de un personaje con acciones ambiguas.

La llegada a las islas es el punto de partida en el que Colón muestra su doble cara, debido a que,  la manera en la que actúa es diversa de acuerdo al texto, primero ese afán por el ORO, en el Diario se nota su interés por conseguir el metal precioso, igualmente, en la novela, pero demostrando su gran ambición. Continuando, el llegar a tierra es descrito como algo maravilloso, Colón (1492): “porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra santa fe con amor que no por fuerza…” (p. 4) negando haber ordenado a sus marineros prepararse para un combate y posibles ataques o que se carcajeaban de ver a esa gente desnuda indefensa, aspectos que afirma el personaje de la novela.

Además, hay un evento en el que Colón narra que el día 13 de octubre cuando se dio cuenta del oro que había en las islas, en el Diario del primer viaje (1492): “vi que algunos de ellos traían un pedazuelo colgando en un agujero que tienen a la nariz…” (p. 6) es un hecho que se describe como alentador de que sí hay oro pero, no demuestra la codicia como lo hace en El arpa y la Sombra de Carpentier (1979):

Dije: ORO. Viendo tal maravilla sentí como un arrebato interior. Una codicia, jamás conocida, me germinaba en las entrañas. Me temblaban las manos. Alterado, sudoroso, empecinado, fuera de goznes, atropellando a esos hombres a preguntas gesticuladas, traté de saber de donde venía ese oro… (p. 51)

De esta manera, ocurre como cuando nos vemos a un espejo o el ejemplo de un lobo vestido de oveja pues, Colón en los Diarios es esa mansa oveja y en la novela es el lobo. A medida que avanza la historia Carpentier nos demuestra a un personaje desesperado, no por lo que encuentra en cada isla,  que es lo que nos dice en el Diario, sino por conseguir el ORO. Conviene destacar que ese hecho origina la barbarie ocasionando  la muerte a muchos de los habitantes de la isla pues, al no develar el sitio de donde extraían el oro eran apresados, incendiadas sus casas, violadas sus mujeres. 


A partir de estas razones se puede ver como lo que Colón nos cuenta en el Diario no representa la realidad de ese  momento, al leer ese texto queda la sensación de que solo cuenta lo que le conviene, la verdad es que Carpentier hace que eso se desmienta al ofrecer un personaje que reconoce que lo único que le interesaba escribir en sus Diarios eran alabanzas a sus altezas y hallazgos: árboles nuevos, frutas y vegetación desconocida o posibles esperanzas de conseguir el Dorado.


En definitiva, Colón fue y es un personaje polémico se hizo así y la historia nos lo presentó de esa manera  pero, Carpentier nos ofrece una figura con la que podemos  entender  de forma agraciada y sarcástica  lo sucedido   y al contrastarla con la versión del mismo Colón se convierte en algo que vale  la pena apreciar. Siendo un fiel ejemplo de que la perfección no existe en el ser humano.



    
 Referencias 

Carpentier, A. (1979).El arpa y la sombra. México: Siglo XXI ediciones, Primera edición.

·            Medina, J. (Comp.). (1992).Historia real y fantástica del Nuevo Mundo. Descubrimiento del Nuevo Mundo. Caracas, Venezuela: Biblioteca Ayacucho.

Cristóbal Colón, soñador que se descubre día a día


La imaginación es el principio del conocimiento, por cuanto las personas que crean o descubren algo, antes debieron fantasear con lo deseado; bien sea sólo proyectar que aprenderían algo a través de los conocimientos impresos en los libros o que otros podían suministrarles. En este sentido, esta vez se hablará de un gran soñador, Cristóbal Colón, quien es el tema principal en los dos textos a considerar: El arpa y la sombra de Alejo Carpentier y fragmentos presentes en la Historia real y fantástica del Nuevo Mundo (Diario del primer viaje de Cristóbal Colón y La primera visión de tierra firme).
            
           Ahora bien, estos describen a Cristóbal Colón como un hombre deseoso de saber más, en esto no hay discusión. Así, Carpentier dice: “Más pienso que aún he leído poco. Debo conseguirme más libros. Libros que traten de viajes, sobre todo” (p, 28). Mientras, en la Historia real y fantástica del Nuevo Mundocuando llega a Cabo Hermoso,comenta que existen muchas yerbas, árboles y verduras distintas de las de España con especial hermosura pero se lamenta diciendo “mas yo no los conozco, de que llevo grande pena”(p,14). En estas palabras se resalta el sentir de él, el querer conocer cuanto sea posible; pero este saber tenía su precio,el cual no podía pagar por ser de origen humilde.

Con relación a ello, el origen de Cristóbal Colón ha sido muy discutido, por cuanto no hay certeza de dónde nació, ni en qué año. Pero, mayormente se afirma que es genovés, como lo implican los textos anteriormente mencionados. En este sentido, Casillas afirma en el diario ABC (2016):“Su nombre original era el de Pietro, pero adoptó el nombre de Cristóforo en el convento genovés de Santa María di Castello, donde recibió una educación elitista”. Esta es una de las muchas explicaciones del porqué es difícil realizar una biografía de él, lo cual era importante en El arpa y la sombra (donde se discute la postulación hecha primero Pío IX y luego por Su Santidad León XIII) pues era requisito indispensable para la canonización de Cristóbal Colón; fundamento de esta novela, que pone a discusión si es digno de ser santo.

Ahora bien, en esta obra dividida en tres partes (El arpa, La mano y La sombra). La primera se basa en la petición de Pio IX a un reconocido historiador francés, el conde Roselly de Lorgues, de reunir datos sobre Cristóbal Colón. Luego, en La mano comienza a ser Cristóbal Colón el narrador protagonista, donde en víspera de su muerte recapitula lo que ha vivido y cuanto debe confesar. Así, recuerda sus relaciones con su esposa (con quien se casó por interés) y el hijo que con ella tuvo (Diego, su primogénito), y a su amante Beatriz, quien también le da un hijo (esta  relación será objeto para contrariar su canonización).

Asimismo, menciona la problemática de no poseer la inversión necesaria para realizar su travesía al Oeste; recomendada por el Maestre Jacobo (un imaginario que puede hacer alusión a Jacob, y la tierra prometida), quien le había relatado que en esa dirección existía la “Tierra Verde”, de la cual quería gloriarse de ser llamado Descubridor. Para esto, debió esperar mucho tiempo, y formar relaciones amistosas con personajes de gran renombre. Con ello, en la segunda oportunidad que le propuso a la reina Isabel de Castilla su empresa (en la primera, años atrás, no había captado su atención), se aprovechó de que no estaba el rey Fernando (a quien describe como alguien de poca autoridad); y comenzó a halagarla, con lo cual comienza una relación íntima bajo la promesa de obtener sus carabelas y el financiamiento de su viaje.

Así pues, refiere que para esa travesía necesitaba dos millones de maravedíes, uno ya lo había obtenido de un banquero bajo empeño de una joya que valía mucho menos (ingenioso en los negocios, por no decir aprovechado), dice (Carpentier, 1979) “Y ese otro milloncejo era el que Columba me prometía, cada tarde, para retirármelo de madrugada —no tenía ni que decirlo— en el “vete ya” de la despedida. Pero una noche estallé” (p, 42). Entonces, cansado Colón de oír promesas de la reina Isabel le confiesa lo que el Maestre Jacobo le hizo saber:
Sin poder guardar ya el secreto que durante tantos años llevaba en mí le revele lo sabido, allá en la Tierra del Hielo acerca de las navegaciones del Pelirrojo, de su lujo Leif, y de la descubierta, por ellos realizada, de la Tierra Verde (p, 42).

En este momento amenazó ir con el rey de Francia, quien según él estaría dispuesto a ayudarlo, pues era más inteligente (muestra de su astucia). Con ello la reina acepta darle cuanto necesitaba, y su sueño comienza a cumplirse, señala (Carpentier, 1979): “partimos 3 días de Agosto de la barra de Saltes a las ocho horas” (p, 44). En adelante, relata el conflicto que se propicia en las embarcaciones por el pasar del tiempo (desesperados por no ver tierra)y el sentir a varios en su contra; en donde quizá para disminuir el arrebato de todos, cada día decía que habían recorrido menos leguas de las reales (siempre sagaz).Así, llegado el 11 de Octubre,se siente perdida su autoridad y en justo tiempo (Carpentier, 1979):
A las diez de la noche, me pareció divisar unas lumbres en la lejanía. Y por estar más seguro, llamé al veedor Rodrigo Sánchez, y al repostero de estrados del Rey, que fueron de mi parecer… Y a las dos de la madrugada del viernes lanzó Rodrigo de Triana su grito de “¡Tierra! ¡Tierra!” que a todos nos sonó a música de Tedeum (p, 46).

Luego, el 12 de octubre, se puede conectar El arpa y la sombra con los fragmentos presentes en el Diario del primer viaje de Cristóbal Colón. Puesto que ellos narran uno de los acontecimientos más importantes del siglo XV, el “Descubrimiento de América” (o como ahora se prefiere llamar “El encuentro de dos mundos”).  Pero, como se podrá evidenciar a continuación, estos describen a un Colón diferente; un Colón represivo y un Colón conciliador.

            En principio, se puede contrastar lo sucedido con la recompensa al primero en ver tierra prometida por la reina Isabel, de un jubón y diez mil maravedís, la cual entregó a medias a Rodrigo de Triana, dándole sólo el jubón; en El arpa y la sombra le niega un adelanto de los maravedís y  expresa: “En cuanto a su renta de diez mil maravedís {y esto si habré de decirlo al confesor) podrá anotarla en hielo” (p, 46), mientras en el fragmento del Diario del primer viaje de Cristóbal le oculta había otro premio. En los dos casos toma para él lo que por derecho no es suyo, pero en El arpa y la sombra no se toman la molestia de embellecer lo que hace, sino que lo dejan ver como un hombre mezquino y manipulador, porque piensa para sí que si el reclama mucho es capaz de decir cosas que a él no le convienen.

            Después, describen la llegada a la isla Guanahaní, donde hacen toma de posesión a esa tierra, y por ganar el agrado de los primeros aborígenes que se acercaron decide regalarle cosas desconocidas para ellos (baratijas); lo cual hizo que muchos fueran a hacer regalos o intercambios (siempre a favor de Colón y su tripulación, aprovechando desconocían el valor de las cosas que les daban, estaba claro que debía lucrarse con su ignorancia). De esta forma, al ver que unos aborígenes traían aretes de oro, preguntó de dónde lo obtenían y estos respondían señalando. Con este fin hacía su recorrido y en todas las islas que van pasando, proclama propiedad del rey Fernando y la reina Isabel, pensaba Colón que ellos ni entendían estaban apropiándose de las tierras. Entonces, señala Colón (Carpentier, 1979) que “Nadie parecía hacer gran caso de nuestras ceremonias, actas y proclamas. Parecían decirse, unos a otros —y a veces con alguna enojosa risa—: “Que sí, que sí;que no hay inconveniente. Por nosotros... ¡que sigan!” Nos regalaban papagayos”.

            Cabe resaltar, los aborígenes no los guiaban por voluntad propia, como queda expreso en los fragmentos del Diario del primer viaje de Cristóbal Colón, Cristóbal seguía su viaje “porque éstos que yo había hecho tomaren la Isla de San Salvador me decían que allí traían manillas de oro” (p, 7). De allí se destaca que los tenía prisioneros, pero en este texto nunca se ven desprecios hacia ellos, tanto así que si pasamos por alto donde dice “había hecho tomar” podría creerse en lo sucesivo que los guían por voluntad propia. En este texto, se hace ver Colón como un hombre deseoso de llevar riquezas consigo, pero sin intenciones de hacer daño, como si los hubiera tomado sólo porque era obligatorio tener quien los guiará. Contrario a esto, en El arpa y la Sombra, la ambición por el oro es más potente y llega al punto de hacer notorio no le importaba qué fuera necesario, para que ellos le dijeran dónde está el tan preciado metal, esto se ve descubierto cuando refiere (Carpentier, 1979):
Y por lo mismo, movido por un Espíritu Nefando que, de repente, se alojó en mi alma, pasando a la violencia mandé tomar prisioneros a siete de esos hombres que a trallazos metimos en las calas, sin reparar en gritos y lamentos, ni en las protestas de otros a quienes amenace con mi espada —y ellos sabían por haber tocado una de nuestras espadas, que las espadas nuestras cortaban recio y abrían surcos de sangre (p, 51).

De igual manera, son muchos los ejemplos presentes en El arpa y la sombra, en los cuales hacen ver a Colón como un hombre sarcástico, burlesco y  descortés (al describir la vestimenta de los aborígenes y los reyes de estos). Mientras, en el Diario del primer viaje de Cristóbal Colón cuando detalla los aborígenes mantiene un tono respetuoso, limitándose a relatar los rasgos.

A todo esto, volviendo la vista atrás, el Diario del primer viaje de Cristóbal Colón narra el primer viaje, donde toma posesión de como: islas Santa María de la Concepción, Fernandina, Isabela y Cuba. En adelante, El arpa y la sombra cuenta su llegada ante la reina Isabel, sintiéndose victorioso aunque con la pena de haber encontrado poco oro. Por lo cual, su majestad le crítica pero le da la tarea de llevar a cabo un segundo viaje, no tanto por la riqueza sino porque no quería que otros al enterarse le ganarán la gloria de ser dueña de esas tierras.

El segundo viaje de Cristóbal, según El arpa y la sombra manifiesta su ambición desencadenada, cuando al estar frustrado por no conseguir mucho oro, plantea a la reina el negocio de usar a los aborígenes para venderlos como esclavos; idea a la cual se le adelanta su hermano Bartolomé, quien para el momento en que el envió la carta ya tenía presa una multitud de ellos (lo cual será refutado por el abogado del diablo en “La sombra”).

Seguido a esto, La primera visión de la tierra firme rememora el tercer viaje, en la cual llega a la isla de la Trinidad, con una búsqueda intensa de oro y perlas. También, se embellece con la descripción de los paisajes y se tiene una visión de un hombre conciliador. Por cuanto, Colón dice “Y yo deseaba mucho haber lengua y no tenía ya cosa que me pareciese que era de mostrarles para que viniesen” (p, 18). Aunque  su deseo era poder comunicarse para conocer donde se encontraba el oro y hacer negocios muy a su favor, él mantiene su respeto hacia ellos.
Finalmente,  lo más importante es la función que cumplió Cristóbal Colón en la unión de los llamados Viejo Mundo y Nuevo Mundo. Aún cuando es difícil conocer cómo fue la actitud del Descubridor de América, por ser tarea ardua que requiere investigar mucho más a fondo; en El arpa y la Sombra  existe un fundamento relevante, al significar una relación de avance. Así, refiere (Carpentier, 1979):
Por encima de todo ello, había una humanidad en efervescencia, inteligente y voluntariosa, siempre inventiva aunque a veces desnortada, generadora de un futuro que, según pensaba Mastaï, sería preciso aparear con el de Europa —y más ahora que las guerras de independencia propendían a cavar un foso cada vez más ancho y profundo entre el viejo y el nuevo continente (p, 19 - p, 20).

            Si bien es cierto que este vínculo tuvo un gran costo para los aborígenes del Nuevo Mundo, a quienes se les irrespetaron sus derechos como hombres y mujeres, siendo tratados con inferioridad. Hoy en día, cuando esas tierras son libres de la represión sucesiva al mal llamado descubrimiento; esa “humanidad en efervescencia” demostró valentía e inteligencia.



 Referencias

·         Casillas, J. (2016). “La familia de Colón podría tener viejas raíces escocesas”. (Febrero 27, 2016), Tomado de: http://www.abc.es/cultura/abci-pelirrojo-cristobal-colon-201601182306_noticia.html
           
·         Carpentier, A. (1979).El arpa y la sombra. México: Siglo XXI ediciones, Primera edición.

·       
          Medina, J. (Comp.). (1992).Historia real y fantástica del Nuevo Mundo. Descubrimiento del Nuevo Mundo. Caracas, Venezuela: Biblioteca Ayacucho.

Indígenas y Españoles creadores de un Nuevo Mundo.




   En 1492 surgió una travesía que trajo consigo para los habitantes de mundos diferentes, España y el Nuevo Mundo descubierto, una infinidad de cambios para sus vidas y sus tradiciones. El autor de esta importante hazaña fue un navegante llamado Cristóbal Colón, quien con ayuda de los Reyes Católicos, viajó desde España a un lugar desconocido para ellos y lleno de grandes riquezas, tanto económicas como naturales.
          A su llegada a América o al Nuevo Mundo, como era conocido para ese momento, Colón pudo descubrir una infinidad de diferencias existentes entre los habitantes de estas islas a las que llegó y su tierra natal, estas vivencias no pasaron en vano a la civilización actual, ya que Colón decidió escribir un diario de su travesía, como fiel testigo de las maravillas y gentes que encontró, a su vez con la finalidad de que los reyes tuvieran evidencia de que tanto se había logrado en este viaje.
          En este diario describe cada detalle de la gente, su color de piel, su cabello y las prendas que llevan consigo, es así como lo hace constar en uno de sus escritos en el diario:

  Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vi más de una harto moza, y todos los que vi eran todos mancebos, que ninguno vi de edad de más de XXX años, muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy buenas caras, los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballos y cortos. (p. 120)

          Asimismo, Colón comenta lo fácil que sería para ellos convertir a esta gente a la fe cristiana, y de esta manera conseguir las riquezas que se encontraban en posesión de los indígenas, dueños absolutos hasta ese momento, de todo lo que allí se encontraba. Por otra parte, a la llegada de estos nuevos pobladores y con la posibilidad de enviar a España las noticias de las riquezas halladas en las islas exploradas por Colón, surgió una migración de españoles a estas tierras para así poder explotar las fortunas americanas.
         
          Con el auge de españoles en América, también llegaron los misioneros encargados de convertir a estos pobladores en la fe cristiana, entre los muchos que llegaron a todas las islas conquistadas, llegó al Virreinato de Nueva España Fray Bartolomé de las Casas, quien se convertiría en fiel protector y defensor de los indígenas de las tierras americanas. 

          Fray Bartolomé de las Casas fue testigo de todas las injusticias que sufrieron los indios durante la conquista y dominación de las tierras y habitantes de América para poder de esta manera apoderarse de las riquezas de estas tierras. Para hacer sentir su protesta y pensamiento Fray Bartolomé realiza una serie de cartas en las cuales cuenta con detalle los sucesos que viven día a día los indígenas esclavizados y dominados por los latifundistas españoles, estas vivencias se ven representadas en nuestros tiempos en un libro denominado Historia de las Indias, donde muestra su desacuerdo a la manera en la que son tratados los habitantes del Nuevo Mundo, él pensaba que los indios tenían uso de razón como cualquiera y que por esta razón era seres humanos y así debían ser tratados.

           Así pues, viendo el contraste de ambos relatos, tanto el de Colón al quedar maravillado por las bellezas americanas y el de Fray Bartolomé sobre las injusticias hacia los pobladores de estas tierras, surge la incógnita de cual era realmente la intensión de los españoles al llegar a América, y lo que realmente sucedió durante este proceso de colonización fue un saqueo y explotación tanto de la naturaleza como de la gente autóctona de esta región, ya que fueron esclavizados, ultrajados y utilizados para los fines de la corona española.

          De esta manera, fueron muchos los que durante años defendieron a Colón y a los españoles, dado que tomaban como fidedigno lo expuesto por el navegante en sus diarios dirigidos a la Reina Isabel. Razón por la cual algunos creían que Colón era digno de formar parte de los más altos cánones de la Iglesia Católica, pero verdaderamente es que Colón y los nuevos pobladores del mundo que habían descubierto llegaron a él solo para ganar fama y riquezas.
         
           Estos sucesos trajeron para América dos aspectos predominantes, el primero el origen de una nueva raza, proveniente del mestizaje y la unión de diferentes culturas y por otra parte la destrucción de la vida aborigen y de muchas de sus creencias que quedaron atrás gracias la entrada de la fe católica como única religión permitida en América y los alrededores conquistados por Cristóbal Colón.

          Aunado a esto, es indispensable mencionar que muchos han sido los escritores que decidieron llevar su visión sobre el descubrimiento de América y la colonización de la nueva región descubierta. Es así como Alejo Carpentier escribe El arpa y la sombra (1979), llevando en esta novela su opinión sobre todo aquello que sucedió en nuestras tierras y quienes fueron los más favorecidos y afectados de este descubrimiento.

          De esta manera, en cada uno de los capítulos encontrados en esta novela Carpentier devela una dicotomía de lo que se cree y lo que fue realmente lo sucedido en América, logrando así un equilibrio sobre su posición como escritor y americano.

          Aunado a lo anterior, la disyuntiva que se presenta gira en torno a llevar o no a Cristóbal Colón como santo de la Iglesia Católica, cuestión que hace reflexionar al Papa Pio IX, sobre lo que realmente aconteció con los habitantes de estas tierras conquistadas, de esta manera, el Papa Pio IX hace un recorrido por su mente tratando de conocer la realidad social de los indígenas y nuevos pobladores.
         
          Por otra parte, en la segunda parte de este libro se muestra la visón de Cristóbal Colón es puesta a disposición del lector donde explica todo lo que vivió y cuáles fueron las acciones que el autor toma como reales que sucedieron en el Nuevo Mundo. De este modo, Colón presentado desde la perspectiva de Carpentier muestra una visión más realista de lo que fue  el trato y el surgir de nuevas culturas surgidas de la mezcla de ambas razas, y de como los españoles sacaron de estas nuevas tierras la riquezas minerales y las convirtieron en medios de comercio.
            
         Para finalizar, se puede decir que Cristóbal Colón no fue santo dado a los diversos sucesos (robos, esclavitud, etc.), ya que la gente de estos pueblos sufrió por los ofensas realizas por los españoles, llegando ellos a considerarse amos y señores de las tierras del Nuevo Mundo.

Referencia:
Biblioteca Ayacucho (1992). Historia real y fantástica del Nuevo Mundo. Caracas – Venezuela.
Siglo XXI editores, s.a. (1979). El arpa y la sombra, Alejo Carpentier. México- México



domingo, 21 de febrero de 2016

El Mito de la Creación Maya Quiché, Popol Vuh

Con la finalidad de que se comprenda mejor los comentarios hechos a partir del "Popol Vuh" traemos este video que relata de manera breve dicha historia pero, es necesario recomendar leer la historia en su totalidad para una mayor comprensión.


martes, 16 de febrero de 2016

Amalivacá y el mural de César Rengifo



Cesar Rengifo, pintor y dramaturgo reivindica por medio de su mural sobre “El mito de Amalivacá” el valor de los pueblos indígenas venezolanos .Donde su personaje principal fue el salvador de la especie humana y de las tribus tamanaco y moriche.


Así Giménez T (2015) en su articulo “Cesar Rengifo y El mito de Amalivacá” nos dice: “Esta obra, que está en el Centro Simón Bolívar, en El Silencio, es una magnífica pieza de arte en la que Rengifo invirtió horas de trabajo inspirado por un deseo: homenajear a los pueblos originarios”. (s/p).  Cabe resaltar que Reginfo realizó esta obra en una época difícil de grandes coyunturas políticas para el país, bajo la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Referencia electrónica: Giménez T (2015). “Cesar Rengifo y El mito de Amalivacá”. Caracas- Venezuela. http://ciudadccs.info/cesar-rengifo-y-el-mito-de-amalivaca/

Para mayor información sobre esta interesante obra artística y "El mito de Amalivacá" , se sugiere el siguiente enlace Web:

http://www.entornointeligente.com/articulo/5901612/VENEZUELA-Cesar-Rengifo-y-El-Mito-de-Amalivaca-12052015

sábado, 30 de enero de 2016

Comentario crítico La imagen del hombre como guía y nuevo poblador presente en el mito de Amalivacá y el cuento “Los advertidos” de Alejo Carpentier.




          Los mitos intentan dar una explicación al origen de las preguntas más importantes que el hombre tiene sobre su comienzo y el del mundo. En Venezuela, antes de que los conquistadores llegaran a colonizar e impartir su ideología cristiana, los indígenas que poblaban las orillas del Mar Caribe y el Río Orinoco contaban con una gran variedad de relatos que explicaban la formación de sus poblaciones y sus tierras.
          
Los indígenas del pueblo tamanaco tenían como ideología de la creación  el mito relacionado con Amalivacá, el cual consistía en la llegada de un hombre sobre una canoa junto a su hermano y sus dos hijas,  luego de un gran diluvio y que tienen por misión regenerar la tierra y crear  nuevos pobladores, este hombre es presentado como un ser que está destinado a renovar la vida en esta tribu y por esta razón es el encargado de la restauración del pueblo tamanaco y su forma de vida. Asimismo el personaje de Amalivacá viene a enseñarles al hombre y a la mujer, escogidos para repoblar su tribu,  un estilo de vida mucho más estable, el cual consistía en la dedicación a la agricultura, la caza y la pesca como nuevas formas de subsistencia en las nuevas generaciones de esta tribu.
           Por su parte en el cuento “Los Advertidos” de Alejo Carpentier, se da a conocer la nueva era que va a ser creada por los sobrevivientes de un diluvio, pero se ve inmersa la expresión de diferentes partes o pobladores del mundo, que al ver que no eran los únicos deciden partir, para así crear una nueva generación en una tierra que ha sido seleccionada por los dioses.
          Ambas historias están relacionadas, ya que se presenta al hombre como guía y como repoblador, esto debido al mandato divino que le indicaba la misión de guiar a su familia a un nuevo ciclo donde los dioses esperan crear al fin a los pobladores necesarios para rendir culto y adoración, asimismo estos hombres tienen la tarea fundamental de crear a los nuevos habitantes de una tierra reformada para la vida lejos de las guerras y odios presentes en cada una de las aldeas y pueblos de los cuales provenían.

           Finalmente, los hombres son vistos como un instrumento de vida y resurrección, dado que son ellos quienes hicieron que sus dioses decidieran acabar con su “especie”, y así  terminar con grandes peleas y disputas entre los pueblos. Por otra parte de esta misma población, solo el más sabio, era digno de preservar su vida y la de su familia y tener el privilegio de dar continuidad a su legado, formando a los nuevos hombres, esto, no llega a tal fin ya que los hombres siguen su instinto y vuelven a caer en guerras y disputas. 

viernes, 15 de enero de 2016

Amalivacá, un personaje que viaja entre el mito y el cuento

Las culturas encierran en su haber cosas sobrenaturales, muchas veces inexplicables para las generaciones presentes. Es entonces,  donde aparece el mito para dar respuesta a eso que pareciera no poseer explicación. Dentro de las culturas indígenas  del área circuncaribe, existe este tipo de género que da muestra del surgimiento de  las etnias aborígenes. Por tanto, es necesario mencionar que en Venezuela aparece“El mito de Amalivacá”, y por otra parte Alejo Carpentier  se inspira en ese mito para crear el cuento titulado “Los Advertidos”.

A pesar de que en Venezuela existe poca literatura basada en las culturas aborígenes, dicho mito es un registro  de gran valor para comprender lo que fue el surgimiento de los tamanacos y su líder principal Amalivacá. Por otra parte, el cuento de Alejo Carpentier, no solo remite a ese personaje indígena que en su cuento lleva el nombre de  Amaliwak, se encarga de presentar personajes de otros continentes y culturas, pero tomando como ambiente o contexto el área ocupada por la cultura indígena de  Sur América.

Cualquiera podría preguntarse ¿Cómo dos géneros tan distintos pueden tener elementos en común?Para dar respuesta a dicha pregunta, es necesario contar brevemente de que tratan los textos. Por un lado está Amalivacá,personaje principal del mito, considerado como un dios que viene a dar la salvación a los tamanacos, después del diluvio en donde solo sobrevive una pareja de indígenas, hombre y mujer. En cuanto a la versión de Alejo Carpentier, es el mismo personaje solo que su misión consiste en salvar a la especie humana y animal de un diluvio que le ha sido anunciado por su dios, este debe hacer una especie de arca y meter allí a su familia y los animales. Luego, más adelante al cesar el diluvio se encontrará con personajes míticos de diversas culturas a los que también se les ha encomendado dicha misión.

Aunado a lo anterior, es notable que Amalivacá o Amaliwak, es la figura central de ambos textos. La diferencia se encuentra de la siguiente manera, en “El mito de Amalivacá”(1993): “un hombre alto y fuerte, de agudos ojos brillantes por la luz.”(p.2) esto nos demuestra que Amalivacá era mucho más joven que Amaliwak de Alejo Carpentier donde es señalado como un viejo sabio, pero que las tribus creían loco. A su vez, se entiende que son la misma persona pero en épocas distintas de su vida,  pues en “Los Advertidos" (1971) de Carpentier. A:

Enemigos o no, los pueblos respetaban al anciano Amaliwak por su sapiencia, su entendimiento de todo y su buen consejo, los años vividos en este mundo, su poder de haber alzado, allá arriba en la cresta de aquella montaña, tres monolitos de piedra que todos, cuando tronaba, llamaban los Tambores de Amaliwak.(p.1)

Se aprecia como  “los monolitos de piedra que se llamaron Tambores de Amaliwak”,aparecen en el mito:“Amalivacá tocó su tambor, que era una enorme piedra que sobresalía en las llanuras de Maita,” (p.3). Además,esa cresta en la montaña se asemeja al mito de Amalivacá cuando este descubre una caverna abierta en la montaña para hacer vida en ella. Por otra parte, y volviendo a la interrogante, es uno de los elementos que une ambos textos a pesar de pertenecer a diferentes géneros literarios.


Similar a lo anterior, otro aspecto en común y que se convierte en un elemento representativo de vida, purificación y nuevo comienzo, es la frase en latín  que aparece en “Los Advertidos”: “etfactaest pluvia superterram” que quiere decir:“y la lluvia sobrevino a la tierra”. Esa pequeña inscripción alude a “El agua”  esencia del mito y el cuento que se convierte en el diluvio: lo que sobrevino a la tierra, cubriéndola  por días y noches. Y en los dos textos fue la razón de exterminio de las tribus, pero a su vez el renacimiento de nuevos hombres y mujeres.

Asimismo, aparece la Palma de Moriche, mostrándose como elemento principal en la cultura tamanaco, pues en los dos textos simboliza vida. En “El mito de Amalivacá”y en “Los Advertidos” se da la misma orden: “lazar por detrás de las espaldas de la mujer las semillas de la palma para dar vida a las futuras generaciones que repoblaran la tierra”. La única diferencia es que en “Los Advertidos” las semillas al transformarse en humanos fueron creciendo de acuerdo a las etapas de desarrollo del hombre. Después de la creación,en el cuento, todo parece perdido, comienzan de nuevo las guerras por el rapto de una mujer. En el mito de Amalivacá sucede lo contrario, este hace que sus hijas se conviertan en esposas de los nuevos hombres para crear una nueva raza, y se dice que los mejores hombres se convertían en caciques que defendían a la tribu en los combates con otras tribus.

Es notable  que Alejo Carpentier toma como base algunos elementos del mito de Amalivacá , pero lo transforma en un texto que quiere decir otra cosa , nos enseña como “El diluvio” sí es universal , no solo por el hecho de que el agua haya cubierto toda la tierra,  sino porque a pesar de que existen muchas culturas este mito une a todas en una sola, se demuestra al ver al Hombre de Sin por la cultura asiática, a Deucalión por la griega, Out-Naphistim de la sumeria, Noé por la hebrea y Amaliwak por la amazónica.

Por otra parte, en el Mito de Amalivacá se hace énfasis en recalcar lo que fue la cultura indígena venezolana, que como se ha dicho es escasa en documentos escritos, solo se conocen  aspectos  de la conquista (la humillación por la que pasaron los pueblos indígenas), pocas veces  se hace hincapié en descubrir que también poseen ese misticismo, característica de las culturas aborígenes. Para finalizar, apreciar estos textos por separado es fundamental para entender lo dicho en esta breve comparación.
Referencias
Carpentier,A.(1971). Los advertidos. Guerra del tiempo y otros relatos.
(S/A).(1993). Kuai-Mare. Mitos aborígenes de Venezuela.Caracas