A lo largo de la
historia y al pasar los años se recuerda la conquista en tierras suramericanas
y caribeñas siendo un hecho de gran magnitud pues, todo ese proceso de
colonización española produjo innumerables cambios al continente, un ejemplo
notorio es el mestizaje. Por ende, cualquier persona de manera inmediata pensaría
en Cristóbal Colón como pionero de ese suceso y es allí donde nacen las
preguntas ¿Era Colón una buena persona? ¿Solo quería explorar o descubrir que
había más allá de lo que él creyó era el límite de la tierra?
Para explicar mejor,
hay textos que relatan qué sucedió en aquel momento y cuál fue la actitud de
nuestro personaje a estudiar (Cristóbal Colón). Por su parte, él escribió sus
diarios de viaje (para este comentario solo se tomará El diario del primer viaje 1492) en donde relata lo que ve y descubre
en su llegada por primera vez al Nuevo Mundo, por otro lado, Alejo
Carpentier publica una novela en el año
de 1979 titulada El arpa y sombra dando
vida al personaje de Colón y centrando
el argumento en los intentos de canonizar este personaje por la Iglesia católica,
intercediendo por él el Papa Pío IX.
En tal sentido, existen diferencias
notorias desde el punto de vista del personaje de Colón en ambos textos. Hay
aspectos que demuestran a una persona que en los Diarios es totalmente opuesta a la que nos ofrece Carpentier en su
novela, mostrando al lector una ambigüedad en la manera de actuar y proceder del
conquistador. Tenemos pues, que Colón
según el autor de la novela sufría de pasiones, pecados, defectos y ambiciones,
Carpentier (1979): “De los pecados capitales, uno solo me fue siempre ajeno: el
de pereza. Porque, en cuanto a la lujuria, en lujuria viví, hasta que de ella
me libraran afanes mayores…” (p. 25). Esto demuestra que el personaje es
totalmente humano y desdibuja esa imagen de “señor” que presenta en el Diario.
Otra característica que Alejo nos
demuestra de Colón es su gusto por las mujeres y el vino, que era complemento
indispensable en sus muchos viajes. En la novela, Carpentier (1979) el
personaje afirma que en todos sus viajes procuraba tener las bodegas repletas
de vino y en cuestiones de labranza siempre pensó en sembrar viñedos (p. 25) Asimismo, él afirmaba que vivía en lujuria
debido a que decía había “probado” todo tipo de mujeres: la que le picara el
ojo, la que se le vendía por unos minutos, etc.
Por su parte, lo que más anhelaba era
la fama y el prestigio donde la ambición lo llevó a pensar en realizar una proeza con la que alcanzaría
grandes méritos y reconocimientos. Así, decidió hacer lo que fuera necesario
para realizar el viaje a las Indias, Carpentier (1979):
(…)
poco pesan, muy poco pesan, digo, juntos a los embustes e intrigas con que
durante años y años traté de ganarme el favor de los Príncipes de la Tierra , ocultando la verdad
verdadera tras de verdades fingidas, dando autoridad a mis decires con citas
habilidosamente entresacadas de las Escrituras (…) (pág. 35)
Importándole poco faltar a religión o corona
alguna, lo que quería era conseguir sus objetivos. Esto nos conduce a pensar en
la contradicción que se arma a partir de ese hecho, Colón nunca fue católico
caso contrario se evidencia en El diario del primer viaje (1492): “y es oro,
porque les mostré algunos pedazos del que yo tengo, no puedo errar con el ayuda
de Nuestro Señor que yo no le falle adonde nace.” (p. 9) Es constante ver como
en esos escritos Colón afirma ser fiel católico predicador de la palabra de
Dios pero, en la novela se desmiente afirmando
que solo lo hacia para que los reyes no
lo abandonarán en su empresa.
En efecto, se conoce del personaje que
no es de nacionalidad española es Genovés, sin embargo, es imperativo ver cómo,
constantemente, en los Diarios
procura que en las islas quede el sello de la corona española, simplemente
porque él decía era “de todas partes”, su afán de ganar lo hizo siervo de la
corona española es lo que nos demuestra El
arpa y la sombra. Asimismo, se podrá notar como la descripción que Colón
ofrece de los acompañantes o marineros de las carabelas es de personas de buena
fama y conducta, desmintiéndolo, Carpentier (1979): “Pero la marinería era
mala. Más cristianos de muy reciente bautizo, granujas huidos de la justicia,
circuncisos amenazados de expulsión, picaros y aventureros, que gente de la iza
y de la orza, gente de oficio, bogaban en estas naves.” (p. 44) reafirmando
este hecho la premisa de un personaje con acciones ambiguas.
La llegada a las islas es el punto de
partida en el que Colón muestra su doble cara, debido a que, la manera en la que actúa es diversa de
acuerdo al texto, primero ese afán por el ORO, en el Diario se nota su interés por conseguir el metal precioso, igualmente,
en la novela, pero demostrando su gran ambición. Continuando, el llegar a
tierra es descrito como algo maravilloso, Colón (1492): “porque nos tuviesen
mucha amistad, porque conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría
a nuestra santa fe con amor que no por fuerza…” (p. 4) negando haber ordenado a
sus marineros prepararse para un combate y posibles ataques o que se carcajeaban
de ver a esa gente desnuda indefensa, aspectos que afirma el personaje de la
novela.
Además, hay un
evento en el que Colón narra que el día 13 de octubre cuando se dio cuenta del
oro que había en las islas, en el Diario
del primer viaje (1492): “vi que algunos de ellos traían un pedazuelo
colgando en un agujero que tienen a la nariz…” (p. 6) es un hecho que se
describe como alentador de que sí hay oro pero, no demuestra la codicia como lo
hace en El arpa y la Sombra de Carpentier
(1979):
Dije: ORO. Viendo tal maravilla sentí como un arrebato interior.
Una codicia, jamás conocida, me germinaba en las entrañas. Me temblaban las
manos. Alterado, sudoroso, empecinado, fuera de goznes, atropellando a esos
hombres a preguntas gesticuladas, traté de saber de donde venía ese oro… (p.
51)
De esta manera, ocurre como cuando nos
vemos a un espejo o el ejemplo de un lobo vestido de oveja pues, Colón en los Diarios es esa mansa oveja y en la novela
es el lobo. A medida que avanza la historia Carpentier nos demuestra a un
personaje desesperado, no por lo que encuentra en cada isla, que es lo que nos dice en el Diario, sino por conseguir el ORO.
Conviene destacar que ese hecho origina la barbarie ocasionando la muerte a muchos de los habitantes de la
isla pues, al no develar el sitio de donde extraían el oro eran apresados,
incendiadas sus casas, violadas sus mujeres.

En definitiva, Colón fue y es un
personaje polémico se hizo así y la historia nos lo presentó de esa manera pero, Carpentier nos ofrece una figura con la
que podemos entender de forma agraciada y sarcástica lo sucedido y al contrastarla
con la versión del mismo Colón se convierte en algo que vale la pena apreciar. Siendo un fiel ejemplo de que
la perfección no existe en el ser humano.
Referencias
Carpentier, A. (1979).El arpa y la sombra. México: Siglo XXI ediciones, Primera edición.
Referencias
Carpentier, A. (1979).El arpa y la sombra. México: Siglo XXI ediciones, Primera edición.
· Medina, J. (Comp.). (1992).Historia real y fantástica del Nuevo Mundo.
Descubrimiento del Nuevo Mundo. Caracas, Venezuela: Biblioteca Ayacucho.