jueves, 14 de enero de 2016

El diluvio como factor que motiva el renacer de los pueblos

            Todo pueblo tiene inmersa una historia, una cultura que con los años se ha ido forjando, ha pasado de generación en generación, ya sea a través de la oralidad o los escritos; con el propósito que perdure en el tiempo y sirva a las generaciones venideras. Así, cada población logra transmitir sus leyes y creencias para continuar con el orden social. Ahora bien, en este tránsito de ideales juegan un papel importante los mitos y relatos que mezclando la realidad con lo fantástico suelen contar las creencias.

            Con relación a ello, se encuentran El mito de Amalivacá (mito aborigen de Venezuela) y el cuento “Los advertidos” de Alejo Carpentier (quien reúne en el relato a seres que representan varias culturas) siendo el personaje principal Amaliwak, que podría ser la personificación de Amalivacá (padre de los tamanacos y personaje principal del mito). De esta manera, se puede decir que existe una similitud en cuanto al personaje protagónico y su hecho más significativo, que es el diluvio presente en ambas narraciones.

            Asimismo, los personajes de “Los advertidos” revelan la intertextualidad del relato con otros textos, el ejemplo más notorio es el anteriormente dado, es decir, la relación existente entre estos textos. Igualmente, Alvarez (1998) refiere que Amaliwak pertenece a las culturas amazónicas, el Hombre de Sin a la civilización China, Noé (personaje bíblico en el cristianismo) a la civilización hebrea, Deucalión(personaje mitológico) de la civilización griegay Our-Napishtimde las civilizaciones mesopotámicas. Entonces, queda claro que con la incorporación de estos se evidencia la relación del relato con otras historias pertenecientes a dichas culturas. Además, es notoria la intención de englobar varias creencias reconocidas a nivel mundial, quizás como mensaje de tolerancia y respeto hacia la diversidad de religiones o culturas.

            Por otro lado, en el mito de Amalivacá con el diluvio “Los tamanacos quedaron ahogados por aquella gran inundación y sólo lograron salvarse un hombre y una mujer que se refugiaron en la altísima roca Tepu-mereme”; quienes pensaron que morirían allí, hasta que vieron llegar una canoa, que conducía un hombre alto y fuerte, “Era Amalivacá, padre de las gentes que nacerían después, el cual traía con él en la canoa a su hermano Vochi y a sus dos hijas”.

Luego, Amalivacá con la ayuda de su hermano  comenzó a ordenar las aguas y le dijo a la pareja “Coged los frutos de la palmera moriche y arrojadlos hacia atrás por encima de vuestras cabezas”; con esto quedaría la desgracia en el pasado y darían vida a los nuevos hombres, a un renacer del pueblo tamanaco. Cuando cumplieron con sus órdenes crecieron rápidamente hombres y mujeres de cada semilla que lanzaron. En seguida, Amalivacá decidió partir con su hermano, quebrándoles las piernas a sus hijas para que no pudieran seguirlo y se quedarán con los hombres que brotaron de las semillas a los cuales las había unido, para ayudar a formar la nueva raza.

De la misma manera, en el relato “Los advertidos”, el diluvio marca el renacer de los pueblos, porque cada uno de los jefes de las naves (Amaliwak, el Hombre de Sin, Noé, Deucalión y Our-Napishtim) al ser advertidos por sus respectivos dioses, al creerse los elegidos, tienen la tarea de dar vida a sus nuevos pueblos. Esto puede comprobarse cuando Carpentier (1971) expresa:

“¿Qué hace usted aquí?”, preguntó el hombre de Sin a Amaliwak. “¿Y usted?”, contestó el anciano. “Estoy salvando a la especie humana y las especies animales”, dijo el hombre de Sin. “Estoy salvando a la especie humana y las especies animales”, dijo el anciano Amaliwak.
          
Allí, Amaliwak y el Hombre de Sin sufren una decepción al darse cuenta que no sólo uno había sido advertido. En adelante, al encontrarse con Noé, DeucaliónyOur-Napishtim, estos confesaron tener la misma tarea (con la única diferencia que Deucalión no le habían dicho nada de salvar los animales) y descubrieron que varios habían sido avisados del diluvio. De esta forma, dedujeron que como ellos quizás había muchos otros en lugares lejanos; lo que logró desanimarlos porque ya no poseían su carácter de únicos elegidos para salvar las especies.

            Igualmente, es interesante que el momento en el cual todos se retiran para regresar a sus tierras; “La-Gran-Voz-de-Quien-Todo-lo-Hizo” avisó a Amaliwak (sólo la escucha él) que era hora de retirarse, pero en el mismo momento todos se van como si se tratará de que a ellos también le hubieran dicho era tiempo de partir, quizás esto influyó en la reflexión de Amaliwak que los dioses eran muchos, según se expresa en “Los advertidos”: Los dioses se le empequeñecían”, porque había comprendido otros le habían avisado a los demás.

Finalmente, el diluvio y la creación de las nuevas razas abren la puerta a una segunda oportunidad; que en el mito de Amalivacá es fructífera según refiere: “Y los más valientes de entre sus hombres fueron nombrados caciques por la tribu, y llevaron a las gentes a la victoria en las luchas contra las tribus vecinas”. Mientras que en “Los advertidos”,Amaliwak dice: “Creo que hemos perdido el tiempo” porque los nuevos hombres habían comenzado una guerra, y se encontraban en la misma situación de antes, cuando los pueblos eran enemigos.  Por ello, cada final puede ser, o no, un mejor comienzo.


Referencias:
·         Alvarez, M. (1998).Contemporaneidad de los clásicos en el umbral del tercer milenio (consultado el 2 de Agosto de 2015) Disponible en:https://books.google.co.ve/books?id=qfqx7M6mLAkC&pg=PA38&lpg=PA38&dq=our+Napishtim&source=bl&ots=YVwMnrvqU-&sig=VN9d2AB7UMBQxMiwN92CunSrdFI&hl=es&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=our%20Napishtim&f=false
·         Carpentier A. (1971). Los Advertidos. Guerra del tiempoy otros relatos.

·         S/A. (1993). El mito de Amalivacá. Mitos aborígenes de Venezuela. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana.

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