Todo pueblo tiene inmersa una
historia, una cultura que con los años se ha ido forjando, ha pasado de
generación en generación, ya sea a través de la oralidad o los escritos; con el
propósito que perdure en el tiempo y sirva a las generaciones venideras. Así,
cada población logra transmitir sus leyes y creencias para continuar con el
orden social. Ahora bien, en este tránsito de ideales juegan un papel
importante los mitos y relatos que mezclando la realidad con lo fantástico
suelen contar las creencias.
Con relación a ello, se encuentran El
mito de Amalivacá (mito aborigen de Venezuela) y el cuento “Los advertidos” de
Alejo Carpentier (quien reúne en el relato a seres que representan varias
culturas) siendo el personaje principal Amaliwak, que podría ser la
personificación de Amalivacá (padre de los tamanacos y personaje principal del
mito). De esta manera, se puede decir que existe una similitud en cuanto al personaje
protagónico y su hecho más significativo, que es el diluvio presente en ambas
narraciones.
Asimismo, los personajes de “Los
advertidos” revelan la intertextualidad del relato con otros textos, el ejemplo
más notorio es el anteriormente dado, es decir, la relación existente entre
estos textos. Igualmente, Alvarez (1998) refiere que Amaliwak pertenece a las
culturas amazónicas, el Hombre de Sin a la civilización China, Noé (personaje
bíblico en el cristianismo) a la civilización hebrea, Deucalión(personaje mitológico)
de la civilización griegay Our-Napishtimde las civilizaciones mesopotámicas.
Entonces, queda claro que con la incorporación de estos se evidencia la
relación del relato con otras historias pertenecientes a dichas culturas.
Además, es notoria la intención de englobar varias creencias reconocidas a nivel
mundial, quizás como mensaje de tolerancia y respeto hacia la diversidad de
religiones o culturas.
Por otro lado, en el mito de
Amalivacá con el diluvio “Los tamanacos quedaron ahogados por aquella gran
inundación y sólo lograron salvarse un hombre y una mujer que se refugiaron en
la altísima roca Tepu-mereme”; quienes pensaron que morirían allí, hasta que vieron
llegar una canoa, que conducía un hombre alto y fuerte, “Era Amalivacá, padre
de las gentes que nacerían después, el cual traía con él en la canoa a su
hermano Vochi y a sus dos hijas”.

De la misma manera, en el relato “Los advertidos”, el
diluvio marca el renacer de los pueblos, porque cada uno de los jefes de las
naves (Amaliwak, el Hombre de Sin, Noé, Deucalión y Our-Napishtim) al ser advertidos
por sus respectivos dioses, al creerse los elegidos, tienen la tarea de dar
vida a sus nuevos pueblos. Esto puede comprobarse cuando Carpentier (1971)
expresa:

Allí,
Amaliwak y el Hombre de Sin sufren una decepción al darse cuenta que no sólo
uno había sido advertido. En adelante, al encontrarse con Noé,
DeucaliónyOur-Napishtim, estos confesaron tener la misma tarea (con la única
diferencia que Deucalión no le habían dicho nada de salvar los animales) y
descubrieron que varios habían sido avisados del diluvio. De esta forma,
dedujeron que como ellos quizás había muchos otros en lugares lejanos; lo que
logró desanimarlos porque ya no poseían su carácter de únicos elegidos para
salvar las especies.
Igualmente,
es interesante que el momento en el cual todos se retiran para regresar a sus
tierras; “La-Gran-Voz-de-Quien-Todo-lo-Hizo” avisó a Amaliwak (sólo la escucha
él) que era hora de retirarse, pero en el mismo momento todos se van como si se
tratará de que a ellos también le hubieran dicho era tiempo de partir, quizás
esto influyó en la reflexión de Amaliwak que los dioses eran muchos, según se
expresa en “Los advertidos”: “Los dioses se le empequeñecían”, porque había comprendido otros le
habían avisado a los demás.
Finalmente, el diluvio y la creación de las nuevas
razas abren la puerta a una segunda oportunidad; que en el mito de Amalivacá es
fructífera según refiere: “Y los más valientes de entre sus hombres fueron
nombrados caciques por la tribu, y llevaron a las gentes a la victoria en las
luchas contra las tribus vecinas”. Mientras que en “Los advertidos”,Amaliwak
dice: “Creo que hemos perdido el tiempo” porque los nuevos hombres habían
comenzado una guerra, y se encontraban en la misma situación de antes, cuando
los pueblos eran enemigos. Por ello,
cada final puede ser, o no, un mejor comienzo.
Referencias:
·
Alvarez, M. (1998).Contemporaneidad
de los clásicos en el umbral del tercer milenio (consultado
el 2 de Agosto de 2015) Disponible en:https://books.google.co.ve/books?id=qfqx7M6mLAkC&pg=PA38&lpg=PA38&dq=our+Napishtim&source=bl&ots=YVwMnrvqU-&sig=VN9d2AB7UMBQxMiwN92CunSrdFI&hl=es&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=our%20Napishtim&f=false
·
Carpentier A. (1971). Los
Advertidos. Guerra del tiempoy otros relatos.
·
S/A. (1993). El mito de Amalivacá. Mitos aborígenes de
Venezuela. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana.
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